Llevaba tiempo queriendo escribir un post al respecto de Monsieur Empané, pero después del último comentario de Cornapecha en la anterior entrada, quedaré como redundante. Como bien dice nuestro ínclito gallego, cualquiera que tenga ojos en la cara ve que el irregular desempeño del francés la pasada campaña ha evolucionado en esta temporada a un esperpento totalmente indefendible. Bien es sabido que yo soy uno de esos estetas que se agarran a la excelsa calidad técnica del galo (buena definición nos hizo Lucas), pero lo que no puede no puede ser, y además es imposible. La temporada pasada fue irregular y ésta está resultando un desastre. Confío en que mejore algo, porque ir a peor parece imposible. Veremos.
En cualquier caso, y reconociendo que incluso durante sus buenos años en el Madrid, Karim ha destacado por su irregularidad (yo mismo pasé por rachas de dudas unamunianas antes de afirmarme como partidario, a partir de 2011-2012), me parece que ahora se hacen lecturas retroactivas inadecuadas por exageradas. Resulta totalmente respetable que alguien opine que el rendimiento del francés debiera haber sido mayor. Que tuvo más oportunidades que otros y se le perdonaron muchas, también es verdad. Pero de ahí a decir, como estoy leyendo, que su aportación al equipo en sus buenas temporadas ha sido de cuatro detalles y poco más, va un trecho. Francamente, lo de esta temporada no es normal. Por otro lado, a los grandes jugadores se les ve en las grandes ocasiones. Y Benzema, aunque no en las finales, ha hecho grandes partidos en la Copa de Europa con el Madrid. También en el ámbito de los (mal llamados) Clásicos ha escrito grandes líneas (no todos los delanteros pueden decir lo mismo, ahí tenemos al Tripita Higuaín, quien por cierto nunca fue denostado por mí mientras estuvo aquí, más bien al revés, pero al que ya no puedo ver después de su actitud postsalida del club).
De modo que no, el esperpento de este año (esperemos que se enderece, ay) no es comparable ni homologable a las anteriores temporadas.