sábado, 30 de julio de 2016

Revista de verano

Anda el verano en ebullición en el sur de Ejpania, tanto por temperatura como por carga de trabajo (voy a tener que pedir indemnización por el pelo perdido, ay). El bar va a saltos, en medio de la molicie inevitable que causa el calor, salpicada de chispazos provocados fundamentalmente por la pretemporada del Real Madrid. El abotargamiento es general, pero no ha de decaer mi empeño de mantener esto decentemente regentado. 

La ventana de fichajes (¿de dónde vendrá esta expresión? Tiene pinta de anglicismo) está siendo bastante tranquila para nuestra sección futbolera. La vuelta de Asensio me ilusiona, aunque soy consciente de que lo va a tener en chino para jugar, y la de Morata me apasiona algo menos, pero deseo que rinda excelentemente. Por lo demás, si Raiola acaba lejos del Bernabéu y coloca a su chico en la piara de hijoputas el Manchester United, no se me van a caer los anillos, qué queréis que os diga. Pog bueno, pog bale, pog malegro. 

Comprobamos asimismo que el Madrid de baloncesto, la gloriosa sección fundada por Ángel Cabrera y Rafael Sánchez Guerra, se ha movido con mucha más celeridad tras la traumática marcha del Chacho Rodríguez, invitiendo ese dinero en la compra de Anthony Randolph, jugador extraordinario, carne de NBA si no fuera por sus continuas lesiones. La renovación de Ayón nos deja un juego interior excepcional, a la espera del cierre del fichaje de Hunter, nuestro Slaughter de Hacendado, que parece hecho. En la línea exterior quizá estemos más flojos que otros años (ah, la espalda de Rudy, ah los JJOO), sobre todo teniendo en cuenta el nuevo formato de la Euroliga, pero el club confía que con la vuelta de Don Draper (pese a tener nombre de personaje de Mad Men, su estética y su ciudad son The Wire) y la posible explosión de Doncic (¡cuídenme a ese muchacho!) vamos a tener suficiente. El Barça está tirando la casa por la ventana después de dos años en blanco (y bien que hace), y ha fichado al entrenador que nos ganó la EL 2013 y al base que nos ganó la EL 2014. Serán un rival temible. 

En el tema político, el ruedo ibérico no defrauda. Vivimos tiempos de gloria, de rizar el rizo, y el mayor de los esperpentos ha corrido a cargo de nuestro querido presidente, con el sí pero no pero a lo mejor en el encargo del Rey. Por otro lado, el asunto Echenique es tan anecdótico como feo. Resulta patético tratar de equipararlo a según qué cosas, mas el científico de Podemos (que repite que es científico con la misma frecuencia con que Albert Rivera dice ser catalán; y con utilidad semejante) debería taparse un poquito. Una cosa es hacer de la necesidad virtud, y otra de la necesidad vicio. ¿Y el PSOE? Bien, gracias.

Cataluña se va, no se sabe si hacia la libertad o hacia el ridículo. Este segundo lugar es el único del que no se regresa, o al menos eso decía Perón. Quien, por cierto, parece constituir un referente para el nuevo Papa, que tantas alabanzas se lleva desde la izquierda y desde la derecha. Absolutamente inmerecidas, a mi juicio. El otro día, Su Santidad, autor de conocidos hits como el "Si a mi madre la insultan, pueden esperar un puñetazo" tras la matanza de Charlie Hebdó, nos deleitaba con las siguientes declaraciones: "Alguno puede pensar que estoy hablando de una guerra de religiones. No. Todas las religiones queremos la paz. La guerra la quieren otros, ¿entendido?". O sea, que al final la culpa la tenemos lo ateos, como siempre. Al fin y al cabo, para algunos, más enemigo que el creyente de otra fe, es el que no tiene ninguna.



PD: Echamos (mucho) de menos a los gallegos.

miércoles, 13 de julio de 2016

Brexit desde Inglaterra

Por Diego-UK.

Todo empezó a tomar forma en la madrugada, parecía claro a las 4 de la mañana y termino por explotar definitivamente entre las 5 y las 6…

Los Europeos

Mi día empezó a las 5. Había dormido mal y durante la noche había comprobado que el resultado del referéndum se ponía feo. No solo en lo personal; creo firmemente que para el Reino Unido es mejor permanecer en la Unión Europea. Por mi cabeza pasaban todo tipo de reacciones y sensaciones a tal velocidad que no me daba tiempo a procesarlas en sentimientos de miedo, determinación, irritabilidad o furia. Sin embargo la sensación más poderosa si se hizo un hueco, y esa era la duda: Y ahora, ¿qué? El 67% de mi localidad voto por dejar la UE, lo cual traduje inmediatamente en rechazo hacia mí y el resto de ciudadanos europeos. Fueron mis perros quienes notaron mi preocupación los que se sentaron conmigo a esas tempranas horas como diciendo a sumanera “no te preocupes, para nosotros nada cambia”.

En el trabajo comenté la situación con algunos compañeros, tanto ingleses como europeos. Si bien los ingleses con los que hablaba no habían apoyado la salida de la UE tampoco entendían lo que nosotros sentíamos en esos momentos: rechazo, sobre todo, y en algunos casos miedo ante actos de violencia física que ya habían ocurrido con anterioridad, pero ahora parecían casi legales.

A la hora de cenar me dirigí al “fish & chips” que visito semanalmente. En esos momentos donde no tenía que poner atención al trabajo ni al tráfico conduciendo mis dudas volvieron a tomar el control de mis pensamientos. “Que pasa ahora si entro en la tienda y me tratan distinto?”. No me trataron diferente, pero las dudas seguían conmigo al día siguiente, sábado, cuando paseaba a mis perros. “¿Y si me cruzo con alguien y me insultan? ¿Y si la cosa se pone fea y mis perros tratan de intervenir?”.

Pase la mayoría del sábado con mi nieta. A sus 3 años a ella todo le da igual, juega, me abraza y se ríe. Ella solo me ve a mí. Los perros y los niños pequeños son los más listos en esta historia, pues ellos solo ven personas a las que quieren. Y es que vistas las noticias y las reacciones más repugnantes del lado ganador cabe de todo: Desde noches de cristales rotos a agentes de policía llamando a la puerta pidiendo los papeles con el permiso de residencia.

Los Votantes

Mucho se ha hablado de gente que no sabía lo que votaba, de gente que lamenta su voto y ahora querría cambiarlo, de gente que no quería salir de la UE sino simplemente exigir que algo cambiase. No quiero centrare en nada de esto. Simplemente hay que incidir en que la democracia es un derecho y una responsabilidad que no se puede tomar como un concurso televisivo de talentos y simpatías. Sigo encontrándome con gente que no entiende el significado de su voto en la vida de sus propios compañeros de trabajo.

Con toda su buena fe y sin expresar su opinión personal, un colega mío que votó por permanecer me dijo que como español no debo preocuparme de nada, que nadie en el Reino Unido tiene problema alguno con la inmigración desde España. El problema lo tienen con los polacos. Posteriormente leo un comentario de un exsoldado que había luchado junto a polacos y dice que los prefiere 100 veces a los ciudadanos rumanos. No puedo aceptar de ninguna de las maneras esta especie de Eurocopa de nacionalidades por las cuales unos pasaportes valen más que otros. Ni un inglés es más que yo ni un polaco es menos. Es demasiado evidente como para tener que explicarlo en detalle.

Otro tema es cuando te dicen “tú no te vas a ir, si tú eres uno de los nuestros”. No, yo era uno de los vuestros, y eso es lo que tantos votantes no entienden. Desde que el resultado del referéndum han marcado un ellos y nosotros, británicos y extranjeros. Nunca en 12 años me había sentido tan extranjero como estos días, nunca había sentido tanta desafección por la ciudad donde resido, que ya no considero mi hogar.

Otros más cándidos o directos, como me ha contado otro compañero inglés de los que votaron por permanecer es el que dice: 

- Por fin se van a ir todos esos polacos!

- Pero si ese que trabajo contigo es polaco…

- El no, él es mi amigo…

No creo que se considere amigo ya. El voto no discrimina a nadie, de alemanes a lituanos, de portugueses a rumanos. Todos estamos en la misma situación, y si alguien cree que “su amigo” está exento del resultado del referéndum se equivoca.

Finalmente nos queda el votante que se avergüenza de lo que han votado sus familiares, amigos o conciudadanos, pero debo decirles que el voto es libre y en muchos casos no ha sido un voto pasional e irreflexivo. Hay gente que realmente cree que lo mejor para el futuro del país es salir de la UE. Frente a los que defienden el mestizaje de culturas y sociedades han aparecido los que realmente lo rechazan de plano, los que quieren una Inglaterra sin Escocia, sin Irlanda del Norte, sin gente que no sea blanca e inglesa de pura cepa. Estos elementos, que existen en todas partes, han salido de sus cavernas pensando que ser racista es legal. Son buenas noticias, caídas las caretas ya sabemos de qué pie cojea cada ciudadano.

Soluciones

Vuelvo a lo que me dicen mis compañeros de trabajo británicos. “Pide el pasaporte”, “Cásate”. O también te dicen “Si hasta dentro de 2 años no va a pasar nada…” El tema de la nacionalidad es algo que he comentado con compañeros europeos. Llevo 12 años en Inglaterra, y me he sentido feliz, he visto crecer a mi familia y desarrollado mi carrera satisfactoriamente. Pero no me siento británico. No se explicar lo que es sentirse español o británico, pero sé que no lo siento. Pedir el pasaporte simplemente seria hacer una trampa legal y no me parece bien, y la mayoría estamos de acuerdo (hablando con compañeros de Hungría, Portugal o Alemania). No queremos ser británicos, y seguramente aún menos de un Reino Unido que de pronto se muestra hostil. De nuevo un compañero de trabajo lleno de buena fe me dice “yo siempre te vería como español”. Yo solo quiero que me vea como persona.

De hecho he pedido a mi empresa que haga lo mismo. Entiendo que tiene que vivir en un marco legal y que hoy por hoy ese marco legal parece difuso. Sin embargo legalmente nada ha cambiado, y yo pedía que la empresa simplemente dijese que valora a sus empleados por lo que son y no por el lugar de donde vienen. Pero hasta ahora no ha habido más que silencio, en una actitud conservadora, protegiendo la empresa ante cualquier compromiso.

Pese a todo y por facilidad busque que habría que hacer para pedir la nacionalidad. Además de gasta una considerable suma de dinero en el papeleo, hay que someterse a un examen de inglés y otro de cultura británica, cosas que me resultan ofensivas. Tras pasar 12 años en el país lo normal sería que me ofreciesen la nacionalidad.

Mientras unos piensan irse donde sean bienvenidos, personalmente me queda la solución de pasar por el registro civil y fijar finalmente una fecha que no hemos hecho más que ir dejando para cuando fuera más conveniente. Ese momento parece haber llegado, pues no confío en que los políticos de ambos lados del Canal de la Mancha logren solucionar nada. 

Los Políticos

La situación política en Inglaterra es el cruce de un guion de los Monty Python con “Yo, Claudio”. Después de caer en la trampa de compañeros de partido a la par que traidores y convocar el referéndum. David Cameron se tuvo que ir. La campaña a favor de permanecer en la UE fue demasiado tibia por los Conservadores y no mucho mejor desde el lado Laborista. Sucesivos gobiernos de uno y otro lado han pasado años culpando a Bruselas de los males internos, y no era ahora el momento de decir “bueno, en realidad, no estamos tan mal con ellos”.

Boris Johnson se aprovechó del populista líder del UKIP Nigel Farage, que hizo el discurso más visceral en pro de la salida de la UE, y pensaba que con la salida de Cameron sería Primer Ministro. Cameron, sin embargo, dejo un caramelo envenenado para quien le siguiera: tendrá que ir a Bruselas a activar el Artículo 50, que tiene una especie de reacción en quien la ejecuta como la kriptonita en Superman: Quien toque esa tecla va a quemar su carrera política. Será para siempre el primer ministro que causo la mayor crisis política y económica del Reino Unido.

Sin embargo Boris no va a ser Primer Ministro. Su anterior amigo y activista de la campaña de salida, Michael Gove, decidió presentarse al liderazgo del partido incitado por su mujer, columnista populista en un diario inglés. Apuñalado Boris, han ido saliendo nuevos candidatos. Parece que será Theresa May, que según los periodistas más progresistas es la mejor opción cuando se compara con Darth Vader, Lucifer, la malvada bruja del oeste y Cruella de Vil. Pero este es el partido conservador y no cabe destacar que acabe presidiendo el partido un loco que nombre secretario de estado al caballo que tiene en su finca de lujo a las afueras de Windsor.

También ha desaparecido de la escena Farage, que dice haber cumplido su misión. Que se sepa el tema aún debe aprobarse en el Parlamento, donde ni Conservadores ni Laboristas tienen líder y el partido nacionalista escocés tiene pocas ganas de aceptar la salida de la UE. La Unión de Escocia e Inglaterra tiene como condición que no haya cambios significativos en las relaciones internacionales del Reino Unido (controladas por el parlamento de Londres, por acuerdo) con el resto del mundo, y salir de la UE lo sería. Escocia podría salir del Reno Unido, y con ellos Irlanda del Norte, que podría unificarse con la República de Irlanda.

Los laboristas andan en una batalla por el control del partido del tipo que cabe esperar en un partido político de carácter latino. Jeremy Corbyn tiene el apoyo de las bases, pero no el de los miembros del parlamento, que tienen sus ambiciones personales. Mientras a Corbyn le dimiten colaboradores de todas partes, él se agarra a su sillón y las bases protestan a favor del líder que eligieron hace apenas 9 meses. 

Mientras, en Europa, el señor Jencker sigue añadiendo gasolina al fuego y en lugar de ser diplomático e invitar al parlamento británico a considerar su postura se dedica a meter prisa al Reino Unido para que ejecute el articulo 50 y se vaya de una santa vez, obviando los intereses de 3 millones largos de ciudadanos de la UE que residimos en el Reino Unido.

En este clima político tan indeciso la situación económica empeora por la falta de confianza y por la aparición de especuladores. Y mientras unos y otros miran hacia otro lado dejan la casa sin barrer, a los ciudadanos europeos en el Reino Unido y los británicos en la UE en limbo y sin saber si alguien va a invocar el artículo 50 y que consecuencias tendría. El episodio de “Yo, Claudio” revisado por Monty Python se convierte en “Teléfono Rojo, volamos hacia Moscú” sin que nadie detenga la espiral de locura.

lunes, 4 de julio de 2016

Pues habrá que hacer un post de la Eurocopa, digo yo

Entre pitos y flautas, hemos llegado a las semifinales de la Eurocopa de selecciones sin que en este nuestro bar le hayamos dedicado una mísera entrada. Bien es cierto que el Real Madrid (de fútbol o de baloncesto) es mi auténtica patria, y por ende tiene privilegios sobre cualquier otra cosa, pero además se han juntado funestas fechas (Brexit y elecciones del 26-J) que nos han tenido centrados en otros temas. Pero ahora todo eso pasó, que diría Enrique Urquijo, y aunque quede mucho de ese horror, nobleza obliga a que gastemos un puñado de bytes en parlar un poquito de los semifinalistas del torneo:

-PORTUGAL: Difícil llegar tan lejos con resultados tan mediocres, parecen el PSV de la 87-88. Sudaron sangre para pasar de grupo frente a rivales de la talla de Hungría o Islandia, mataron a Croacia en el 117', y solo pudieron eliminar a Polonia penaltis mediante. Cristiano, por su parte, ejerció de líder en el tercer partido, y el resto de encuentros se ha dedicado a mostrarnos cómo jugaría Freddy Rincón con artrosis generalizada. Su centro del campo tiene jugadores que me gustan, como Moutinho o André Gomes, mas no consiguen imponer su juego nunca. En cualquier caso, faltando dos partidos, tienen opciones como el que más.

-GALES: Su rival en semis es el equipo revelación de un campeonato donde ha habido varios candidatos a tal galardón. Bale tiró del carro en los primeros partidos, asumiendo en exclusiva todo el protagonismo en ataque, y a medida que va avanzando el torneo se le han ido sumando secundarios que aportan. Su juego es pobre, pero emociona su derroche y su fe. Siempre me cayeron bien los galeses, herederos del rey Arturo, britano luchador contra la invasión del este de la isla por parte de los pérfidos anglosajones, de modo que los banco, aunque tengo pocas esperanzas. La baja de Ramsey les pesará.

-FRANCIA: Anoche destrozaron a los islandeses, pero su papel en la Euro es un tanto irregular. Pogbá tiene todos los focos encima, con los rumores de su posible fichaje por el Madrid, y digamos que su juego está siendo discreto. Griezzman está en modo crack, y un día ayudado por Payet, otro por Giroud y otro por el de la moto, al final se han plantado en semifinales con cierta solvencia. Contra Alemania se prevé el partido del campeonato.

-ALEMANIA: El mayor favorito de todos, las pasó de todos los colores frente a la competitiva Italia. En la tanda de penales más penca de la historia (ídolo Zaza, salió en el 120' exclusivamente para tirar y la cagó con estrépito), el odioso Neuer se convirtió en héroe. Habrá que ver qué cara ofrecen los germanos después de haberle visto las orejas al lobo, pero ni siquiera el susto les quita la vitola de conjunto más poderoso. Lucas, además, afirma que Low tiene cintura para preparar los partidos de forma que pueda hacer el mayor daño posible al rival, así que el rodillo tiene pinta de que se proclamará campeón.